El Dr. Ramón Tormo, de la Unidad de Gastroenterología Pediátrica del Hospital Quirón Barcelona, ha comprobado que los perros pueden ser portadores de esta bacteria
La Helicobacter pylori es una bacteria que infecta el mucus del epitelio estomacal humano y es la causante de muchas úlceras y algunos tipos de gastritis en las personas. Hasta ayer, se pensaba que esta bacteria vivía exclusivamente en el estómago humano, siendo el único organismo conocido que puede subsistir en un ambiente tan extremadamente ácido.
El Dr. Ramón Tormo, pediatra de la Unidad de Gastroenterología del Hospital Quirón Barcelona ha comprobado que los perros pueden ser portadores de la bacteria Helicobacter pylori y funcionar como reservorios, lo que podría explicar por qué algunos pacientes pediátricos o adultos, no consiguen eliminar este microorganismo con el tratamiento farmacológico y se reinfectan con facilidad, según se desprende de los resultados del estudio que ha dirigido.
Este trabajo ha sido presentado en el congreso de la XLIV Reunión Anual de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, que se ha celebrado en Sorrento (Italia). El estudio trata de una serie de 17 niños portadores de la bacteria Helicobacter pylori, en 16 de los cuales su perro también estaba afectado.
El Dr. Tormo destaca que la sospecha comenzó a raíz del fracaso terapéutico en algunos pacientes en los que no se conseguía erradicar o que se volvían a infectar por esta bacteria.
Cuando la primera tanda de tratamiento con dos antibióticos y un inhibidor de la bomba de protones no es suficiente para erradicar la Helicobacter pylori, se suele repetir el tratamiento siguiendo otra pauta. "Además, un aspecto muy importante era analizar el entorno del paciente para tratar de entender lo que estaba pasando".
Un familiar de una de sus pacientes le comentó que el perro que tenían en casa también tenía problemas gastrointestinales últimamente, lo que puso a la mascota en el punto de mira de las sospechas. Los investigadores decidieron realizar la prueba de la urea en aire espirado también a los perros con los que convivían los menores y pudieron comprobar que estos animales no sólo pueden ser portadores, sino que además pueden actuar como reservorios del Helicobacter pylori o formas bacterianas semejantes. Los autores siguen sus trabajos de investigación, tratando de ver si otras formas de Helicobacter de los perros pueden infectar a los humanos. Esos trabajos deben inducir a mantener medidas más higiénicas entre los perros y sus secreciones y los humanos.
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